Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Con una maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con inspiración divina. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas magistrales https://mariyaheiky673910.blogdon.net/causas-y-consecuencias-del-cabezazo-de-zidane-54547403